A veces uno tiene las primeras intenciones de juntar sus partes y hacer un todo. Una especie de mosaico con todos los pedazos sueltos que andan por ahí perdidos en otro tiempo y en otro espacio.
Retazos de experiencias, de momentos criticos, de angustias, del tiempo "indecible", como diría Samuel Becket.
Una especie de espejo para volver a mirarse y a "re-conocerse" de nuevo. Pero con esa mirada distinta, donde uno empieza a aprender de los años vividos y a llenarse un poco de esa sabiduria que permite sonrojarse con altanería, al ver de nuevo "las cosas que uno escribió"
Eduardo Tato Pavlovsky
ADOLESCENCIA Y MITO
viernes, 3 de octubre de 2008
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